En mayo de 1978 se repartieron volantes en todo el país, en las parroquias, en los colegios católicos en donde decía: “Haga patria, mate un cura”. Por las radios los campos pagados aumentaban el tono y vociferaban: “Haga patria, mate un cura; haga nación, mate al obispo”. Conto el abogado Roberto Cuéllar, quien se desempeñó por cuatro años como director del Socorro Jurídico que funcionó en el Externado San José a finales de los años 70’s oficina precursora a Tutela Legal del Arzobispado y quién fuera asesor muy cercano a Monseñor Óscar Arnulfo Romero, en una entrevista.
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