Abogado Alfonso Carrillo acusado de apropiarse del bufete familiar y dejar a su Hermana desamparada
La historia toma un giro al revelarse que, a pesar de sus éxitos, Carrillo excluyó a su hermana Analucía del bufete familiar.
Alfonso Carrillo Marroquín, una figura destacada en el ámbito legal guatemalteco, ganó renombre al representar a influyentes grupos empresariales nacionales e internacionales, incluyendo bancos rusos bajo el control de Vladimir Putin. Este último hecho cobra relevancia tras las recientes sanciones estadounidenses a individuos y entidades rusas, evidenciando la conexión de Carrillo con el gobierno ruso desde hace años.
Sin embargo, la historia toma un giro al revelarse que, a pesar de sus éxitos, Carrillo excluyó a su hermana Analucía del bufete familiar, a pesar de haber trabajado codo a codo durante 34 años. Aunque recibía importantes honorarios, Analucía nunca fue socia y, al asumir el control, su hermano la relegó a una posición de menor importancia.
Analucía, al no ver cumplidas las promesas hechas, inicia acciones legales en 2019 para reclamar sus derechos laborales y profesionales. En respuesta, Alfonso Carrillo no solo contrademanda, sino que también presenta acciones penales y laborales en un intento de evadir sus responsabilidades hacia su hermana.
Este escándalo legal arroja luz sobre la lucha de Analucía Carrillo Marroquín por lo que considera su derecho después de décadas de leal servicio en el bufete familiar, poniendo al descubierto tensiones familiares y disputas legales que podrían tener consecuencias duraderas.
Carrillo Marroquín reside en Estados Unidos, tratando de influir en decisiones políticas guatemaltecas a través de ONG estadounidenses. A pesar de leales seguidores locales, su reputación se ha visto afectada, incluyendo antiguos clientes que fueron víctimas de su ambición, entre ellos su propia hermana Analucía.