[EDITORIAL] La campaña negra le pasa la factura a ARENA


Mientras ARENA planea intensificar su campaña de ataques, sus números siguen bajando estrepitosamente en cada encuesta publicada.

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Parece ser que a mas ataque, mas se consolida Nayib Bukele en las encuestas verdaderas. El análisis es simple, ARENA no entiende que el miedo que pretende provocar sus campañas de difamación no alcanza a sobrepasar el sentimiento de ira que sienten los salvadoreños después de décadas de corrupción y de ver a sus ex presidentes y principales figuras envueltas en la corrupción.

ARENA ha recurrido a todo el repertorio de su manual de campaña negra. Lo primero fue usar a los medios de comunicación tradicionales, especialmente La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy, para un día si y el otro también atacar con sus maderas a Nayib Bukele. La Prensa Gráfica lo llevó a su máximo nivel cuando junto con Luis Martínez, el fiscal ahora preso por vender justicia, lanzaron el caso del “ciber ataque” para tratar de desprestigiar a Bukele. El único resultado fue que las ventas de los periódicos bajaron a sus límites históricos y que perdieron su credibilidad.

La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy son hoy a lo mucho una mezcla de “publicity” sobre Carlos Calleja y anuncios de supermercado. Y sus redes sociales están llenos de comentarios negativos de los que antes eran sus lectores y ahora son sus principales detractores.

De ahí probaron de todo. Convirtieron a Ernesto Muyshondt, el alcalde que llegó de carambola al cargo y alguna vez calificado por las encuestas como el “principal líder negativo” y de postre amigo personal de Carlos Calleja, en el principal ariete en contra de Bukele. El resultado es un alcalde con una baja aprobación y que se ha dedicado más a salir en televisión para despotricar que resolver los problemas de los capitalinos, como arreglar las calles o mantener el orden en el recuperado Centro Histórico.

Otros voceros enviados a tratar de dañar la imagen de Bukele son la diputada Margarita de Escobar, acusada de recibir sobresueldos durante todo el gobierno de Tony Saca; Rafael Lemus, un desconocido asesor de ARENA en la Asamblea Legislativa que nunca ha sido escogido para ningún cargo público por más intentos que ha hecho; Carlos Reyes, jefe de la fracción de ARENA, conocido por ser el “diputado mundialista” y por aumentar su riqueza en pocos años por lo que está siendo investigado por probidad. Otro vocero oficial es Rodolfo Parker, el eterno diputado del PDC, acusado por destruir pruebas en el caso del asesinato de los 6 sacerdotes jesuitas, Al final, lo único que han logrado son ataques estilo “Kamikaze” en los que ellos mismos han terminado por destruirse.

El mejor ejemplo de estos voceros mercenarios ha sido el recién llegado a la fama, un tal Ricardo Nuñez, conocido ahora como el “Abogado Dinamita”. Alguien cuyo tres máximos logros en la vida ha sido intentar matar al ex presidente Alfredo Cristiani con un carro lleno de dinamita; ser investigado por la Embajada de Estados Unidos por ser sospechoso de terrorismo; y coleccionar demandas en contra de Bukele.

Para cerrar el manual, Carlos Calleja contrató al español Antonio Sola, el “rey de la campaña negra” como él mismo se define. Pero es un rey a la baja, que sólo ha sumado derrotas en los últimos meses, como su sonado fracaso contra Manuel López Obrador, al que mantuvo por años bajo un severo ataque de difamaciones y calumnias que no dieron efectos.

Parece ser que a mas ataque, mas se consolida Nayib Bukele en las encuestas verdaderas. El análisis es simple, ARENA no entiende que el miedo que pretende provocar sus campañas de difamación no alcanza a sobrepasar el sentimiento de ira que sienten los salvadoreños después de décadas de corrupción y de ver a sus ex presidentes y principales figuras envueltas en la corrupción.