La CIA teme posibles ataques del Estado Islámico


"Consideramos que el ISIS está entrenando y tratando de desplegar elementos para llevar a cabo más ataques" expresó el director de la CIA.

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El Estado Islámico está enviando más terroristas fuera de Oriente Medio para que cometan más atentados como los de París, en noviembre, y Bruselas, en marzo, y al mismo tiempo, confía en que haya más musulmanes radicalizados a través de Internet que lleven a cabo acciones como la de California, en la que murieron asesinadas 12 personas en un centro para disminuidos psíquicos, y Orlando, el domingo pasado.

Ése es el dictamen del director de la CIA, John Brennan, que ha comparecido en el equivalente estadounidense de lo que en el Parlamento español sería una sesión de control en el Comité de Inteligencia del Senado de ese país. Brennan, que dirige la mayor agencia de espionaje del mundo, ha declarado que las pérdidas territoriales del IS (Estado Islámico en sus siglas en inglés) en Siria e Irak y sus crecientes problemas económicos lo convierten en una amenaza todavía mayor para Occidente.

"Para compensar sus pérdidas, el IS probablemente va a usar más tácticas guerrilleras, incluyendo acciones fuera del territorio que controla", ha declarado Brennan al comienzo de su intervención. De hecho, es una estrategia que ya ha comenzado. "Consideramos que el IS está entrenando y tratando de desplegar elementos para llevar a cabo más ataques", insistió Brennan, que recordó que la organización que dirige Abu Bakr Al-Bagdadi "tiene un gran número de combatientes occidentales que tienen el potencial de actuar como fuerzas de ataque" en Europa, EEUU y otros países, como Australia o Canadá.

El director de la CIA también ha recomendado cautela a la hora de cantar victoria incluso sobre el terreno. Porque, si bien el IS ha perdido en Siria e Irak entre el 31% y el 44% de sus efectivos -con lo que ahora cuenta con entre 18.000 y 22.000 terroristas-, ha logrado compensar parcialmente esa caída en sus militantes gracias a su expansión en el Este de Libia, donde cuenta con entre 5.000 y 8.000 militantes.

El grupo de Al Bagdadi también ha reforzado su presencia en Asia Central y en áreas de Afganistán que hasta ahora estaban controladas por los talibán, un grupo que es mucho menos violento y que carece, además, de una agenda política global.