Novios adolescentes asesinan a una madre y su hija


Esta pareja de asesinos fueron declarados la pareja de novios asesinos más jóvenes de la historia con tan solo 14 años de edad.

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Declarados culpables dos novios de 14 años que mataron a sangre fría y sin motivo a una madre y su hija.

«Es lo más horrible que he visto en mis diecisiete años como reportero de tribunales», ha dicho un periodista veterano de la BBC.

El asesinato cometido por dos adolescentes el pasado abril de este año en Spalding, un pueblo de 28.000 habitantes del Noreste de Inglaterra, ha vuelto a conmocionar al Reino Unido al conocerse el veredicto de culpabilidad del jurado. 

Los criminales, que tenían catorce años cuando mataron de manera «fría, calculada e insensible» a una mujer de 49 años y su hija de 13, son la pareja de novios asesinos más jóvenes de la historia del Reino Unido. En la vista, uno de los psicólogos forenses los comparó con Bonnie and Clyde.

El juez ha calificado el caso de “completamente excepcional” y ha ordenado que se mantenga en el anonimato la identidad de la pareja, que con toda probabilidad serán condenados a cadena perpetua. La víctima se llamaba Elizabeth Edwards, trabajaba en el servicio de comidas de un colegio, estaba casada y era madre de una hija adolescente, Kate.

Los asesinos se conocieron a través de Facebook y pronto se volvieron inseparables, en lo que los psicólogos han definido como una relación tóxica. La chica contó a la policía que la idea de matarlas comenzó como una broma, que discutían en sus paseos por la orilla del río.

El día antes del crimen, se citaron en un McDonalds y cerraron los detalles de su plan, que según la policía cumplieron al pie de la letra. Elizabeth y Kate ya habían cenado y dormían en sus habitaciones. Los asesinos se presentaron en la casa con seis cuchillos de cocina. Ella se encerró en el baño y él inició el ataque.

Primero mató a la madre, con ocho puñaladas, dos en el cuello, y sofocándola con una almohada. Su cómplice se acercó a ver los resultados. Luego repitió la misma atrocidad en el dormitorio de la chica de trece años, a la que mató con dos puñaladas en el cuello y también sofocó. El atacante empleó un cuchillo de cocina con una hoja de 20 centímetros. Ninguno de los dos sintió remordimientos ni pesar entonces ni ante el jurado. “«Yo me sentí bien y él también estaba bien. Me he sentido peor por cosas menores que he hecho. No me molestó nada», comentó ella.

El plan inicial era suicidarse con pastillas. Pero en lugar de eso se dieron un baño, mantuvieron relaciones sexuales, bebieron unos zumos y vieron cuatro películas de vampiros juveniles de la saga “Crepúsculo”. La policía los halló el pasado 14 de abril en la casa de las víctimas.

El asesino se declaró culpable en el inicio de la vista. Los abogados de ella solo reconocieron homicidio, pero el jurado de Nottingham la condenó ayer por asesinato, tras dos horas y media de deliberación. La asesina, que vestía un jersey negro y unos leggings, escuchó la sentencia inmutable, aunque minutos después lloró. El esposo y padre de las víctimas estaba en la sala y recibió el veredicto con sollozos. Un psicólogo ha alegado que ella sufrió un trastorno de comportamiento en el momento del crimen. Pero otro lo ha negado.

Los asesinos vivían en una barriada de pisos sociales. «Aquí los chicos están totalmente fuera de control, siempre hay problemas» ha declarado un vecino. La adolescente había intentado suicidarse anteriormente y explicó a la policía que se sintió «enferma» ante la perspectiva de tener que intentarlo otra vez, lo que los llevó a incumplir el plan. Ella colaboró en el crimen recomendándole a él que se quitase los zapatos para no hacer ruido y cerciorándose de que las víctimas estaban muertas. Llegó a decir a los agentes que la detuvieron que tras lo sucedido sintió una gran paz mental.

Los asesinatos obra de menores son un problema nada nuevo en el Reino Unido. Los asesinos más jóvenes de la historia británica son John Venables y Richard Thompson, conocidos en su día como Niño A y Niño B, que a los diez años, en 1993, secuestraron, torturaron y asesinaron al pequeño de dos James Bulger. En fechas más recientes, James Fairweather, de 14 años, mató a dos desconocidos y preparaba un tercer asesinato. Will Corwick, de 15 años, asesinó a su profesora en un colegio católico a cuchilladas en 2014. Tampoco ha mostrado arrepentimiento.