Este es el origen del hilo rojo del destino
Esta creencia nos cuenta que todas las personas tienen alma gemela y las une un hilo rojo invisible.
Si nunca has oído hablar sobre “El hilo rojo del destino” quizás te parezca extraño el titulo de la noticia, de no ser así quizás estés buscando una respuesta sobre la veracidad de esta creencia que nos cuenta que todas las personas tienen alma gemela y las une un hilo rojo invisible, conocido con el nombre del hilo rojo del destino.
Su origen proviene de la mitología china y japonesa, esta cultura tiene la creencia de que las personas que están destinadas a conocerse y enamorarse están unidas por un fino hilo rojo atado al meñique de ambos, este hilo es invisible y siempre permanece atado a las personas que están predestinadas, da igual el lugar o la distancia a la que se encuentren, se dice que el hilo no puede romperse pero si tensarse o enredarse. ¿Curioso verdad?
Ahora quizás se pregunten, ¿como saben que el hilo es rojo si es invisible?, siempre en todas las historias y a lo largo de los años se ha asociado al amor con el color rojo, entonces se dice que si fuéramos capaces de ver el hilo, este sería de color rojo.
Existen varias leyendas sobre El Hilo Rojo del Destino, una de ellas cuenta que hay un anciano que vive en la Luna y cada noche busca almas gemelas que están predestinadas a encontrarse y unirse en la Tierra, en cuanto las encuentra las une con el famoso hilo rojo para que ya no se pierdan.
Pero la leyenda más famosa y extendida es la que se cuenta en la mayoría a los niños y niñas japonesas. La historia cuenta que hace mucho tiempo un emperador buscaba a su alma gemela y se enteró que había una bruja muy poderosa en una de las provincias cercanas que tenía la capacidad del ver el hilo rojo del destino. Mandó buscarla para que la llevaran a su presencia. Cuando la bruja llegó al emperador, éste la ordenó que siguiera el hilo que él llevaba atado en el meñique para encontrar a su futura esposa. La bruja accedió a su petición y comenzó a seguir el hilo hasta que llegaron a un mercado. La bruja se paró frente a una pobre campesina que llevaba un bebe en sus brazos. Ahí es cuando la bruja le dice, “Aquí termina el hilo”. El emperador creyendo que se estaba burlando de él, se enfureció y empujó a la campesina haciendo caer al bebé al suelo. Esto le originó a la criatura una gran herida en la frente. A la bruja le aguardó peor destino pues ordenó que la decapitaran.
Muchos años después el emperador ya tenía que casarse, y la corte le recomendó que se casara con la hija de un reconocido y poderoso general. Aceptó y llegó el día de la boda y en el templo se encontró con una mujer con un hermoso vestido y un velo que la cubría. Al levantárselo por primera vez vió un precioso rosto, pero tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. Al final la bruja tenía razón, pues su alma gemela no era la campesina, sino el bebé que llevaba consigo en sus brazos.