[FOTOS] El niño de 4 años con apariencia de un anciano de 80


Los médicos calculan que solo podrá vivir hasta los 13 años.

fotos-el-nino-de-4-anos-con-apariencia-de-un-anciano-de-80

Este pequeño llamado Bayezid Hossain de 4 años, vive en Bangladesh y padece una extraña enfermedad llamada progeria, un trastorno se caracteriza por un envejecimiento brusco.

Cuando Bayezid nació, su madre dijo que “parecía un alien. Era solo carne y hueso. Los doctores dijeron que jamás habían visto algo similar, y que lamentablemente no podían hacer mucho por él, algo que me rompió el corazón”, asegura la madre, que le tuvo a los 14 años de edad, en una entrevista concedida al Daily Mail.

Bayezid vive con su familia en Magura, un pueblo al sur de Bangladesh. Su madre, Tripti Khatun, tiene 18 años, y su padre, Lovelu Hossain, 22. Son primos hermanos y están casados, algo que suele ser habitual en dicha comunidad.

La vida del pequeño no está siendo nada fácil. Además del estigma de su enfermedad, sufre achaques impropios para su edad, como tremendos dolores en las articulaciones y los huesos, extrema debilidad muscular y dental, problemas para hacer sus necesidades (incontinencia, infecciones)… Es como si fuera un octogenario en tamaño minúsculo.

Su esperanza de vida es más bien corta: los galenos calculan que a los 13 años morirá, ya que su cuerpo envejece 8 veces más rápido que el de los demás.

“No se parece a ningún otro chico. Es como un viejo. Como mamá primeriza me duele ver a mi hijo así, y me da miedo tener otros hijos en el futuro. Su crecimiento es completamente anormal, pero mentalmente es más avanzado, puedes hablar con él, y es muy intuitivo para su edad”, asegura la madre al mismo medio inglés.

A pesar de su sufrimiento, Bayezid intenta llevar una vida como la de cualquier niño. Pinta, corre, juega con la pelota y disfruta mucho de sus juguetes. Lo único que no hace es ir al colegio, por los dolores.

Sus padres han tenido problemas en Magura debido a que no pocos vecinos consideran que la condición de Bayezid es un castigo porque son primos. Pero estas ideas negativas se han ido disipando al ver que aparte de de su enfermedad, el niño es uno más al que por cierto apodan de manera cariñosa “el viejo”.

La medicina no ofrece soluciones para la progeria. Solo se podrían llevar a cabo algunas operaciones para aliviar sus dolores, pero en un país como Bangladesh estos tratamientos son imposibles de pagar para una familia como la suya.

“Hemos ido a hospitales, santuarios, hechiceros, chamanes - sugirieron cualquier cosa. Pero la situación sigue igual y quizás empeora cada día. Mi hijo no es normal y es trágico para cualquier padre saber que su hijo no sobrevivirá mucho tiempo. Pero estoy orgulloso de él, es extremadamente inteligente comparado con otros de su edad”, asegura su padre.