Gobierno de Honduras decreta toque de queda para frenar violencia desatada por supuesto fraude electoral


Analistas advierten de un fraude técnico en Honduras para reelegir al presidente de derecha Juan Orlando Hernández.

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Las calles de Honduras amanecieron vacías y tranquilas después de que la noche anterior se hubiera implantado un toque de queda para amainar la ola de violencia que desató el retraso de los resultados de las elecciones presidenciales.

La nación centroamericana celebró el domingo pasado una votación para decidir quién la gobernará durante los próximos cuatro años, pero el ente que se encarga de contabilizar los votos, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), aún no ha anunciado el vencedor.

La tensión escaló y lo que empezó como una protesta pacífica se convirtió en desmanes que han dejado al menos un muerto, una cifra que algunos medios locales elevaron a cinco.

El Ejecutivo decretó el viernes un toque de queda de 10 días durante los cuales los hondureños no podrán salir a las calles entre las seis de la tarde y las seis de la mañana.

La tardanza y los fallos en el sistema a los que el TSE aludió esta semana provocaron protestas en diferentes puntos del país que, si bien en un principio fueron pacíficas, luego se tornaron violentas.

Los opositores acusan al TSE de querer manipular los resultados para dar la victoria al actual presidente, Juan Orlando Hernández, que se presenta a una polémica reelección.

Las Fuerzas Armadas y la policía nacional podrán detener a cualquiera que encuentren fuera del horario de circulación establecido o que sea sospechoso de haber causado daño a otras personas o bienes.

En todo el país, más de un centenar de personas fueron detenidas en flagrancia por delitos como robo, asociación ilícita y daños, según indicó en su cuenta de Twitter esta institución.

La policía mostró fotos de agentes heridos durante las operaciones y aseguró que el saqueo de comercios puede ser castigado con más de 30 años de cárcel.

En Choluma, individuos prendieron fuego a automóviles y, en Siguatepeque, bombas molotov fueron lanzadas contra la sede de la Municipalidad, según estas mismas fuentes.

En la capital, Tegucigalpa, también se registraron ataques a negocios y bloqueos de carreteras.

La crisis ha ocasionado un desabastecimiento de combustible en ciertas zonas que "puede extenderse en muy corto plazo a nivel nacional", según advirtió la Asociación Hondureña de Distribuidores de Productos del Petróleo [vía BBC].