Mujer perdona a su esposo después de haberla engañado con al menos 23 mujeres distintas

La infidelidad es algo que rompe totalmente casi cualquier pareja. Si bien puede haber algunos casos en que ambas partes, sin importar quien haya sido el culpable, puede salir adelante y olvidarse lo ocurrido, no es algo muy normal. De hecho, no se suele tolerar ninguna infidelidad, por lo que siempre, o casi siempre, se pone fin a la pareja. Es muy triste que alguien de la pareja cometa un desliz con otra persona y que sea capaz de engañar a su novia o esposa, sin embargo, es algo que ocurre en muchos lugares del mundo.

Sin embargo, si es cierto que hay ocasiones en que, si algunos de los dos está muy arrepentido, el engaño ha sido ínfimo (si se ha tratado sólo de un beso), o simplemente no sabía lo que hacía, la otra persona es capaz de perdonar. Aunque casi siempre, a partir de entonces, la relación no vuelve a ser la misma. Abunda la desconfianza al pensar que puede volver a hacerlo… o que cada vez que esa persona doble la esquina puede estar engañándote de nuevo.

Para todos los extraños, la vida de Pete era un modelo de éxito. Habiendo ascendido las filas de la policía para convertirse en detective, él poseía un negocio con su esposa de 23 años, con quien tenía dos hijos. Pero durante dos décadas, había guardado un oscuro secreto. Él era un mentiroso en serie, y había dormido con al menos 23 mujeres durante años atrás. Totalmente consciente de la impactante escala de su infidelidad, hizo hincapié en que se vio obligado a hacerlo debido a su adicción.

Tenía un anhelo de amor incondicional cuando las atenciones de su esposa fueron dirigidas a sus hijos pequeños. El hombre de 53 años está entre uno de cada cinco adultos en el Reino Unido que admite tener un romance. Pete ha eligió hablar públicamente de su historia en un documental llamado “Me and My Affair”, junto a otros chicos que también han sido infieles. Pete, de Warwickshire, conoció a su esposa en 1984, en su último año de universidad. Era “pícaro, audaz, atrevido, audaz y ruidoso”, mientras que ella era “muy inteligente y tímida”.

“Me quedé boquiabierto por su aspecto”, dijo recordando el momento en que la vio por primera vez en una conferencia. “Ella era atractiva y diferente a cualquier otra chica con la que había salido. Había un aire de sofisticación en ella que le hacía realmente atractiva”. Después de tres años de citas, se casaron en 1987. Pete había engañado a sus anteriores amigas, pero experimentó un nuevo nivel de compromiso con su esposa, y rechazó su viejo estilo de vida. Combinado con una carrera a tiempo completo en la policía, Pete sintió que había crecido.

Pero su infidelidad se desentrañó cuando fue asignado a un programa de entrenamiento de 14 semanas con la policía, lo que significa que sólo estuvo en casa los fines de semana. “El tiempo por la noche era nuestro”, dijo. Pete y sus colegas solían relajarse en pubs y discotecas, disfrutando de una cultura de mujeriego. Fue en un club de Birmingham cuando Pete charló con una mujer, la atrajo hacia un baile lento y la besó. Esa noche, engañó a su esposa, que estaba embarazada de su primer hijo, por primera vez.

“Había una gran diferencia en cuanto al nivel de culpabilidad”, recuerda Pete. “Antes no había mucho en juego, pero ahora sí”. Cuando se le preguntó si lo disfrutó, dijo: “Oh, absolutamente. Fue divertido. Nunca volví a ver a esa mujer”. Durante las dos décadas siguientes, Pete durmió con al menos 23 mujeres, aunque cree que hubo más, aprovechando cualquier posibilidad que tuviera. Mientras que algunas eran de solo una noche, hubo una con la que estuvo dos años y medio.

Para alimentar su adicción, inventaría excusas para salir de la ciudad el fin de semana para tener “relaciones rápidas y arriesgadas”, aunque se sentía incómodo, culpable y avergonzado si una mujer se apegaba. Dice que ahora se da cuenta de esto porque tiene miedo de que su necesidad requiera cuidado. En casa, su vida familiar continuó. “Realmente no creo que especialmente diferente a cualquier otro matrimonio”, dijo. “A veces dormíamos juntos y otras nos enfadábamos. Seguimos adelante”.

Fue cuando la esposa de Pete encontró su libro de desarrollo personal cuando descubrió que la había estado engañando. Cuando le pidieron que escribiera un arrepentimiento pasado, había escrito las palabras “ser infiel”. Estaba devastada. Incapaz de revelar el alcance de sus infidelidades, Pete le dijo que había sido solo una noche con una mujer con la que solía trabajar hacía diez años. Esa noche, salió de la casa. Meses más tarde, Pete presentó a su esposa una lista con todas las mujeres que recordaba.

“Vio a alguien que necesitaba ayuda”, dijo. Su esposa sugirió que acudiera a un consejero para reparar su matrimonio. “Podríamos haber continuado con normalidad y funcionar, pero hubo una carencia de amor incondicional entre nosotros”, dijo Pete. Ahora se da cuenta de que tenía dolor emocional, y sus asuntos tenían solución a corto plazo. Eso fue hace seis años. Pete y su esposa ahora planean pasar su 30 aniversario juntos en Nueva York. “Los sentimientos que tenía se han ido completamente, el sentimiento de amar y ser amado no se compara con lo de antes. Sé con todo mi corazón que no volverá a pasar”.