Dos niñas pequeñas se debatían entre la vida y la muerte en uno de los pocos hospitales que siguen funcionando en Alepo, en Siria. De una de ellas no se sabe nada: ni el nombre, ni la familia, ni la edad. Estaba sola. El nombre de la otra era Eman, tenía cuatro años y no sobrevivió sus heridas.
» Hace 8 años